Si la basura ya existiera, es decir, si
existiera en sí como cosa dada, como cosa natural, no le quedaría
al hombre mas remedio que padecer por la contaminación. Pero lo
verdadero y triste es que son los mismos humanos quienes
continuamente la producen debido a la incultura, malos hábitos, flojera o irresponsabilidad.
Incultura: al no estar consciente de que con sus acciones va contaminando, enfermando, provocando hedor y asco, el hombre hace basura constantemente. Podrá saber muchas cosas y de diversa índole, pero no se puede llamar culto al hombre que por causa de su ignorancia está produciendo un mal natural y social.
Hábito: continuamente, durante
años, le quitan de sus manos el problema de la basura, haciéndole
el servicio de recogerla (aun en su propio domicilio) y mientras
sigan recogiéndola, el continuará generando basura.
Flojera: puede
resolver el problema poniendo las cosas en su lugar y creyendo que es
más fácil y cómodo deshacerse de un desperdicio lo más
rápidamente posible, así, todo lo coloca en un sólo depósito.
Aparentemente, el hombre cree que está dejando de hacer un gran
esfuerzo, pero es necesario que pensemos que todo lo que haga otro
hombre por lo que nosotros dejamos de hacer, a la larga nos repercute
en mayor trabajo y en problemas, como lo estamos viviendo con la
basura.
Irresponsabilidad:
no sería posible determinar a esta altura del asunto si los casos de
este género son muchos o pocos. Y aunque fuesen pocos.
Desgraciadamente por ellos se mantienen sistemas equivocados para
beneficio de pocos y perjuicio de muchos. Estos hombres irresponsables
sí saben que la basura causa problemas, pero no le dan ninguna
importancia al daño que están provocando al ser humano o al ambiente.
(Miguel
Grinber habla aquí sobre las investigaciones del ingeniero
industrial Carlos Padillas Massieu acerca de la problemática de la
basura y como revertir, continuará...)
Fuente:
GRINBER, Miguel. “Ecología Cotidiana”.
Biblioteca de Ecología. ED.: Planeta. 1994
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